domingo, 7 de abril de 2013

¿Vale la pena seguir adelante con este proyecto?

Los esfuerzos que comienzan con grandes expectativas inevitablemente se cruzan con alguna desilusión. Kanter dice que “todo puede parecer un fracaso en el medio”. En ese complejo medio, aparecen obstáculos inesperados porque el camino no está trazado. Llega el cansancio y los críticos impacientes atacan cuando el proyecto por fin parece estar arrancando. 

En la puesta en marcha de un proyecto mucha gente se olvida del factor paciencia. A veces hay que dar al retoño un poco de tiempo para que arranque. Muchas veces el triunfo o el fracaso dependen de eso.

Por lo general, los desafíos grandes llevan tiempo y más esfuerzo del calculado inicialmente. Por eso es que son tan importantes la persistencia y la perseverancia para cualquiera que esté a cargo de una aventura, proyecto o reconversión. Pero cuando se llega a ese temible medio hay que decidir si se abandona o se sigue. 
Si se persiste y se sigue, el esfuerzo puede terminar en éxito. Si se abandona en ese momento, por definición el esfuerzo es un fracaso. El tema es decidir qué camino tomar. Sea que el proyecto es una nueva empresa, una reestructuración o un proyecto propio, hay 12 temas que pueden ayudar a decidir si bajar la persiana o buscar abrirse camino.
¿Las razones iniciales que motivaron el esfuerzo siguen válidas, sin cambios importantes a la vista?
¿Las necesidades que necesitan solución siguen existiendo o hay otras posibles soluciones que todavía no se han probado?
¿Se empeorará la situación si el proyecto se detiene?
¿Es más caro seguir adelante que pagar los costos hasta el momento?
¿La idea está atrayendo más adherentes?
¿Los líderes siguen entusiasmados, comprometidos y enfocados en el esfuerzo?
¿Hay recursos disponibles para seguir invirtiendo y haciendo ajustes?
¿Están declinando es escepticismo y la resistencia?
¿El equipo de trabajo está motivado para seguir adelante?
¿Se han cumplido las metas fundamentales?
¿Son positivas las tendencias y las señales de progreso? Por ejemplo, ¿se han resuelto algunos problemas o hay nuevas actividades en marcha?
¿Hay algún logro concreto, una demostración exitosa, un prototipo o prueba del concepto?
Si las respuestas a estas preguntas son afirmativas en su mayoría, no abandone. Haga modificaciones si fuera necesario al plan original, pero siga adelante. Si son mayoritariamente negativas, entonces corte por lo sano y no siga, La persistencia no lo va a llevar a buen puerto.


(Texto adaptado. Basado en contenido web)