martes, 21 de abril de 2020

Dejar que escape la serpiente

Parece ser prácticamente imposible pasar por la vida sin sufrir injusticias, sin ser nunca ser insultado, tratado de una manera que consideremos irrespetuosa o con desprecio. Estamos rodeados por gente que a veces actúa de un modo antipático, de forma grosera y hasta de maneras hirientes.
Entonces, ¿qué podemos hacer al respecto?
Leí una vez que las palabras y los hechos mal intencionados son como una mordedura de serpiente venenosa. 
Si eso te llegara a suceder, seguramente sentirías tanto enojo que saldrías persiguiendo a la serpiente para matarla. Pero mucho más prudente sería tratar de sacarte el veneno de la sangre lo antes posible. Buscar la venganza solo le da al veneno más tiempo para surtir su efecto.
De igual manera, podemos decidir cómo reaccionar ante las ofensas o el veneno de otras personas. De hecho, alguien ha dicho que “el sentirnos ofendidos es una decisión personal; no una condición causada por alguien o por algo”, y esa decisión puede facilitar o entorpecer nuestra curación.
Claro que no deberíamos pasar por alto cosas como la injusticia, la intolerancia y la crueldad; podemos y debemos hacer lo que esté a nuestro alcance para corregir esos males, defender la verdad y lo que consideramos correcto.
Pero en la mayoría de nuestras interacciones cotidianas, en las indiscreciones más leves, lo mejor es "dejar que la serpiente escape". La capacidad de tomar esa decisión es algo difícil, pero es uno de los mayores dones que Dios nos puede dar.
Cuando sentimos que la vida, o alguna persona, nos trata injustamente, podemos decidir qué reacción nos define mejor. Cuando alguien es grosero, podemos decidir actuar cortésmente; cuando alguien es desconsiderado, podemos decidir ser amables.
La clave está en no permitir que las acciones de los demás interfieran o definan lo que nosotros debemos ser.
Eso puede ser difícil en este mundo a veces agitado, pero cuando apelamos a lo virtuoso que hay en cada uno, el veneno no llegará al corazón, y así, nuestras decisiones nos harán más libres...

(MyPI*- Gustavo Yllanes)



(*Con algunos pequeños aportes personales, basado en el contenido del programa semanal Música y Palabras de Inspiración)