“El pensamiento estratégico es aquel que se plantea un fin, analiza los medios con los que cuenta para llegar a él, y luego los dispone de tal modo que faciliten su alcance, de la mejor manera posible, con el menor costo temporal, personal, material y el máximo beneficio...”.
"Los líderes de las organizaciones hoy en día están conscientes que
aun haciendo sus mejores esfuerzos a nivel individual llega un punto en el que
ya no son capaces de solucionar los problemas, por el nivel de complejidad e
interconexión que han ido tomando a consecuencia de los cambios en el
mercado.
Por lo tanto, se requiere dejar
de lado los intereses personales y colaborar con el fin de lograr en conjunto
los objetivos organizacionales compartidos. Una manera de lograrlo es
involucrar a los colaboradores, tomándolos en cuenta no sólo para solucionar
problemas, sino para construir una realidad mejor para las organizaciones.
El
involucramiento de los colaboradores en decisiones que atañen a la organización
se refiere a escuchar la voz del colaborador y hacerlo partícipe de la mejora
del ambiente laboral o del propio trabajo. La manera como puede fomentarlo la
organización es incentivando su participación a través de diferentes canales
que “escuchen” la voz de los colaboradores como pueden ser encuestas de
ambiente laboral, sondeos, grupos focales, entrevistas, comités, buzones de
sugerencias, concursos, entre otros. Además los líderes de las organizaciones
pueden apoyarse de canales informales como reuniones de equipo, proyectos
interdisciplinarios, reuniones uno a uno, entre otros, para abrir los canales
de comunicación y fomentar el intercambio de ideas. Existen líderes en las
organizaciones que consideran “innecesario” hacer partícipe a los colaboradores
en decisiones importantes, incluso muchos piensan que a ciertos niveles
jerárquicos “no les corresponde” involucrarse en temas estratégicos. Es cierto
que existen temas críticos e incluso confidenciales a los que sólo ciertas
posiciones clave pueden tener acceso, sin embargo es importante involucrar a
los colaboradores en decisiones que impactan de manera directa en su trabajo en
el día a día. Este es un tema clave dentro de las organizaciones pues
usualmente causa mucha inconformidad y frustración en los colaboradores cuando
no se les toma en cuenta. En el ámbito de consultoría con frecuencia escuchamos
ciertas quejas frecuentes en relación con este tema. Por ejemplo, existen
comentarios de colaboradores donde manifiestan molestia porque los jefes
directos no los involucran en aspectos de su trabajo tales como decisiones en
los tiempos límite de entrega, repartición de cargas de trabajo o en temas de clima
laboral.
Otros en
cambio, expresan inconformidad por la falta de comunicación sobre cambios
dentro del lugar de trabajo, por ejemplo en procesos, políticas internas,
procedimientos técnicos, planeación de proyectos, etc. Lo cierto es que
involucrar a los colaboradores es una estrategia efectiva no sólo para fomentar
un mejor clima laboral, sino para asegurar una mejora continua en los procesos
internos de trabajo. Vemos con frecuencia que existen organizaciones tomando
decisiones sólo a nivel directivo, sin considerar la opinión de gerentes y
supervisores, por ello no es raro que se enfrenten con dificultades para
implementar soluciones o programas, incluso se puede dar el caso de que la
solución que eligieron no resultó ser la más adecuada por no tener el detalle
del conflicto que persiguen resolver; en cambio, cuando los líderes de las
organizaciones involucran a los colaboradores antes de implementar alguna
solución o cambio, tomando en cuenta su input, puede tomarse una decisión más
acertada, disminuyendo incluso la resistencia al cambio. Lo anterior se debe al
hecho de ser los propios colaboradores quienes generalmente tienen un mayor
conocimiento de los procesos operativos, son ellos quienes los viven en el día
a día y pueden ser dueños de ideas innovadoras, creativas y efectivas para
asegurar un mejoramiento en la organización..."