sábado, 17 de enero de 2015

Aprender y desarrollar capacidades de liderazgo en el trabajo

La habilidad innata de dirigir y marcar el rumbo de un equipo de forma positiva no está al alcance de todo el mundo por lo que, aunque seas empleado y no dueño de una empresa, puedes aprovechar tus capacidades para demostrar y desarrollar tus metas. Cambiando algunos hábitos te convertirás en un gran líder productivo y motivador. Estos son solo algunos ejemplos de esas cualidades y hábitos. 
1. Aprovecha las oportunidades. A tu alrededor existen infinitas vías por explorar y descubrir así que proponte hacer bien las cosas, siempre aportando tus habilidades personales, e intentando ir más allá. En términos coloquiales diríamos que hay que "estar atentos" a las oportunidades que constantemente se producen a nuestro alrededor, y no dejarlas pasar.
2. Sé Positivo. Inspira y dirige a tu equipo con tu ejemplo demostrando que, para alcanzar el éxito, no hace falta ser mezquino ni autoritario si no que debes tener confianza y ganas de cambiar las cosas para mejorarlas. Abrir la mente y los brazos para compartir información y oportunidades.
3. Comparte tus pensamientos. Debes aprender a ser abierto y comunicativo con tu equipo, y comentar con ellos todas las nuevas ideas y perspectivas que pueden aplicar juntos. De esta manera entre todos se deben poner en común los puntos de vista y mejorar el proyecto inicial, además de generar el compromiso que nace de sentir que el proyecto es de todos y no solamente del jefe, o de uno de los integrantes del equipo.
4. Responsabilizarse. Como líder es importante aprender a asumir las consecuencias del devenir del proyecto o idea en el que estén trabajando. No sólo puedes responsabilizarte de lo bueno sino que debes aprender a asumir tus errores para poder aprender de ellos, en lugar de achacárcelos a los demás o gastar energías buscando culpables.
5. No solo hables, hacelo. Comentar los proyectos está bien pero hay que ponerse con el trabajo para poder terminarlo. Si se te ocurre alguna buena idea apúntala para que no se te olvide y puedas comentarla en el momento apropiado con el resto del equipo. Pero mientras tanto no dejes de hacer, no hay mejor maestro que el ejemplo.
6. Arriesgate. Salir de la "zona de confort" es vital para desarrollar tus capacidades de liderazgo. Si haces cosas nuevas conseguirás nuevas soluciones así que deja tus miedos y confía en ti mismo. Un poco de audacia nunca viene mal, anima a los demás a que también tomen ciertos riesgos para conseguir resultados positivos.
7. Tener la mente abierta. Debes estar preparado para asumir las críticas y las ideas que los demás puedan tener. A veces las opiniones no serán positivas pero pueden aportarte nuevas perspectivas y ayudarte a desarrollar tus ideas de una forma distinta pero mejor.
Acompañar nuestras capacidades de una dosis de acción siempre será positivo...

(Texto adaptado. Basado en contenido web)

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