¿Qué opinan de los cambios? ¿Los ven
como una complicación, una amenaza, o un factor de inseguridad?
Y a propósito, ¿en qué consiste la
verdadera seguridad?
En una época se creía que la
seguridad radicaba en la fuerza, en el volumen. Lo cual nos lleva a
retrotraernos cientos de siglos atrás, a la época de los dinosaurios.
Por millones de años fueron la
criaturas más dinámicas, más poderosas y más temibles que había. Sin embargo,
los dinosaurios se esfumaron de la faz de la Tierra.
Desaparecieron… porque tenían una debilidad: no se adaptaban fácilmente.
Desaparecieron… porque tenían una debilidad: no se adaptaban fácilmente.
Y en un mundo que cambia, si uno no
se adapta, desaparece.
Hasta hace muy poco el mundo no
cambiaba tan rápidamente. Formas de vida, actitudes, pensamientos, leyes…
permanecían inmutables durante cientos, durante miles de años.
Así, hubo una época en que la
seguridad se podía encontrar en una rutina. Los seres humanos buscaban una
rutina agradable y cómoda, escondían en ella la cabeza, y pensaban que gozaban
de verdadera seguridad.
Hoy la
seguridad ya no se encuentra en una rutina. En un mundo en constante evolución,
es justamente en una rutina en donde menos seguridad hay.
La persona que goza ahora de mayor
seguridad es aquella que tiene la mayor capacidad de adaptación. Mayor
capacidad para adaptarse a las nuevas pautas tecnológicas, sociales,
culturales. Para saber moverse entre ellas sin perder visión del mañana, sin
dejar de ir mirando hacia dónde vamos, hacia “donde iremos a parar” en las
futuras etapas que habrán de surgir inexorablemente… y que también
inexorablemente quedarán atrás, dejando paso a otras nuevas etapas por venir.
La actitud con la que uno encara el
trabajo es fundamental. Porque en toda actividad es necesario vivir en un
estado de adaptación y cambio permanente.
¿Y sobre el futuro?
Todo lo que conocemos nosotros hoy
son los métodos antiguos más recientes de hacer las cosas. Todo lo que hacemos
hoy va a ser hecho mañana de una forma nueva, de una forma mejor. Y si no lo
hacemos nosotros, lo harán nuestros competidores.
Es imposible detener los cambios. Y
por eso el verdadero secreto del éxito está en enfrentarlos permanentemente,
porque los cambios constantes representan
una constante oportunidad.
Nosotros propongámonos ser parte,
estar en eso.
El seminario de hoy, al que se ha
titulado “Identificación, análisis y
resolución de conflictos” debe ser visto con una mirada desde la perspectiva
de los cambios que podemos pensar previendo el futuro.
Entonces hablaremos, dialogaremos, en
una primera etapa y como marco conceptual acerca de las innovaciones,
analizando las organizaciones mediante un esquema de diferenciación mediante la
innovación, diferenciando las prácticas de las organizaciones viejas o
“tradicionales” de aquellas que han entendido (o están en ese proceso) la
necesidad de la innovación en todos los aspectos.
Y aunque hay cierta conciencia sobre
la necesidad de los cambios, la pregunta repetitiva de quienes conducen o
lideran organizaciones es: ¿Qué es lo que hay que cambiar? ¿Por dónde empezar?
¿Cuáles son los temas críticos?
Luego (con esa misma mirada
innovadora) comenzaremos a abordar una de las temáticas de gestión que tiene un
renacimiento continuo en la vida diaria de cualquier organización o grupo de
personas: los conflictos.
Como identificar los conflictos, su
origen, nuestra actitud frente a los mismos, y finalmente como negociar, cómo
lidiar con los conflictos o cómo aprovechar los mismos para tomar el impulso
creativo que se manifiesta en sus diversas expresiones...
(Texto adaptado. Basado en contenido web)
(Texto adaptado. Basado en contenido web)
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